sábado, 15 de noviembre de 2008

Sala de Espera: Lo que no llega al consultorio

-Hola Claudio, ¿Cómo estás? Yo bien, bien. Aunque hoy no voy a poder verte. Resulta que mi ginecólogo me pidió una ecografía, y el único turno libre es hoy por la tarde. ¿Te parece que lo dejemos para el miércoles, dale?
El miércoles por la mañana Patricia volvió a ver a su ginecólogo, llevándole la ecografía.
Este miró el informe, y luego se dedicó a observar las fotografías que lo acompañaban.
-¿Pasa algo doctor?
-No, todo bien. Pero vas a tener que hacerte otra transvaginal. Para confirmar.
-¿Para confirmar qué?
-La imagen que muestra esta en tu ovario derecho. Las ecografías tienen ese problema, muchas veces muestran imágenes que no son reales. Traeme la otra y nos olvidamos de todo.
Paradójicamente, Patricia a partir de ese momento no pudo pensar en otra cosa.
-Claudio, no te enojes, hoy tampoco vamos a poder vernos. Resulta que me encontraron algo en la ecografía, y hoy tengo que hacerme otra. Estoy un poco asustada, ¿Sabés? Te prometo que el viernes nos vemos seguro.
El viernes por la mañana Patricia le entregaba la segunda ecografía a su ginecólogo, mientras le decía:
-La verdad estoy muy preocupada.
-¿Por qué? No tenés de que preocuparte. Ahora vas a ver como se aclaran las cosas.
El médico leyó detenidamente el informe, y luego observó las fotografías que acompañaban al estudio, una vez más.
-Fue una suerte que hiciéramos este estudio. Mirá, la imagen que aparecía en la ecografía anterior aparece en esta también. Pero todavía no se ve claramente si corresponde al útero o al anexo.
-¿Qué? Doctor: ¿No me lo puede decir más claro? No entiendo nada.
-Tenés una imagen cerca de tu ovario derecho, aunque no está claro si en el útero o en el anexo. No es nada pero vamos a tener que hacerte una resonancia.
-Pero, si no es nada ¿Para qué la resonancia? No entiendo.
-Para quedarnos tranquilos.
Patricia estaba cada vez más intranquila. Y mucho más cuando tuvo que llamarlo a Claudio.
-Claudio, mirá, no se como decírtelo. Hoy tampoco vamos a poder vernos. Tengo que hacerme otro estudio. ¿Te parece que nos veamos el fin de semana? ¿Cómo que tenés que viajar? ¿Cuándo? Ah, mañana… ¿Y cuándo volvés? Ah, no sabés… bueno. Que tengas buen viaje. Llamame cuando vuelvas, ¿Dale?
El resultado de la resonancia fue normal. Por suerte, Patricia no tenía nada. Tampoco compañía. No es bueno que el hombre esté solo, dijo el Señor. Puede ser, opinó el médico, pero por las dudas, nunca dejemos sola a la ecografía.
Óleo de mujer con sombrero
(Silvio Rodríguez)

Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndome al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estuvo muy alegre y ameno el programa del viernes 14 y queria felicitar particularmente a Emilia porque tiene una voz muy dulce y armoniosa, canta muy bien
Saludos
Graciela

Anónimo dijo...

Marcelo de Isidro Casanova: Padece disfagia (problemas para tragar). Le hicieron andoscopía y está medicado sin solución. Solicita orientación sobre otros alternativas tecnológicas.

María Elena de Quilmes: Un médico le dio un preparado que le dio un shock alérgico. A una amiga le había resultado bien. Pero a ella no. Ahora mejoró con digitopuntura y reflexología.