domingo, 29 de junio de 2008

NO ME OLVIDO MAS...

La consigna de esta semana es NO ME OLVIDO MAS…

En IM-PACIENTES, queremos compartir, aquellas anécdotas, vivencias y sucesos relacionados con nuestra salud, que guardamos en nuestra memoria y evocamos de tanto en tanto.

Esta consigna de hoy tiene que ver con los recuerdos.
Los recuerdos son el álbum de fotos, la biblioteca del alma
El verdadero aprendizaje, la experiencia, la vida vivida.
Seguramente, algunas de esas experiencias y recuerdos tienen que ver con la salud. Muchas de ellas, seguramente, tienen que ver con ella.
Los recuerdos nos sirven para revivir y compartir lo que nos pasó, para no tropezar dos veces, para reconocernos y reconocer los cambios.

Para algunos, el recuerdo tendrá que ver con momentos felices: el nacimiento de un hijo es uno de esos en los que sentís que tu vida cambia para siempre.

A veces el recuerdo es triste o amargo. Una mala experiencia. La frustración de que no te hayan escuchado o entendido cuando te acercaste a pedir ayuda. La muerte, la partida de un ser querido que, muchas veces sucede en un ambiente relacionado con la atención de la salud.

Para otros, un recuerdo divertido, un episodio tierno, o risueño, a veces desopilante.

Como decimos siempre, en IM-PACIENTES desconfiamos de los que dicen tener respuesta, remedio o solución para todo. Simplemente, nos parece que es bueno escucharnos y descubrir juntos problemas y soluciones; caminos para transitar juntos intentando construir una vida mas saludable, mas sana, mas feliz.

Todos los recuerdos son válidos para compartirlos, para que nos ayuden a reflexionar sobre la salud, aquí en IM-PACIENTES.

Dejanos tu experiencia en un comentario en este blog.

IMPACIENTES

SALA DE ESPERA II

No me olvido más…

por MARIO MARTINEZ

¿Qué es tan poderoso como para hacer que recordemos la mejor versión de nuestras vidas?
Recuerda que el papel no dejaba dudas: ese valor de sub unidad beta correspondía a un embarazo de 8 semanas.
Recuerda que el médico la recibió sonriendo, le preguntó amablemente como estaba, y ante su respuesta, que pareció ignorar, le solicitó el resultado del examen.
Recuerda que lo leyó con cara de satisfacción, y se dirigió a ella como quien entra triunfal a una ciudad conquistada: señora, la felicito, tiene un embarazo de 8 semanas. Transmítale mis felicitaciones a su esposo.
Mi esposo me dejó el domingo pasado, le respondió, por eso le decía que no estaba muy bien.
Pero ¿Cómo, no entiendo? Buscan un embarazo y él la deja.
Bueno, no es exactamente así. Yo buscaba un embarazo. Él es más grande que yo, veinte años más. Cuando se lo conté, lo primero que dijo es que no era de él, que no podía ser padre a su edad.
¿Y eso es cierto?
¡Doctor!
Discúlpeme, pero no entiendo la duda de el… su … esposo…
Recuerda que esa conversación recuperó la razón cuando quedó claro que la cobertura que su esposo le daba quedaba suspendida, por lo que ella debería buscarse otro lugar de atención. Ella estaba trabajando en negro.
Recuerda que a la enfermera de la salita la conoció en el supermercado, le llamó la atención su guardapolvo. Conversando, le preguntó en que escuela trabajaba, y ella le aclaró que en la unidad sanitaria municipal que estaba a seis cuadras de su casa.
Cuando le contó lo que le estaba pasando, le aclaró que ella podía atenderse en ese lugar sin problemas. Sus palabras le resultaron extrañas. No se imaginaba como paciente en una salita.
Recordó que luego de una semana se animó, sacó turno y asistió a la primera consulta. La médica le hizo muchas preguntas que ya le habían hecho. Como vio su malhumor, le propuso que, dado que tendrían muchos meses por delante, y muchas consultas, las preguntas mejor las haría de a poco.
Recuerda que se preocupó especialmente por su situación de soledad. Le informó que en la salita también atendían un psicólogo y una trabajadora social, y que tal vez podrían ayudarla.
Cuando buscaba quedar embarazada había decidido que, si era un varón, se llamaría como el padre. Recuerda que cuando el psicólogo se enteró que el nene llevaría su nombre se emocionó, y hasta le dio un beso.
Recuerda que cuando lo llevó al primer control, salieron todos a saludarla.
¡Es igual a vos! Le repetía la doctora.
¿Me dirías lo mismo si hubieras conocido al padre? Le preguntó.
Por más que se esfuerza, no puede recordar que le contestó.

Vete de mí (Homero y Virgilio Expósito – 1946)

Tu, que llenas todo de alegría y juventud
que ves fantasmas en las noches de trasluz,
y oyes el canto perfumado del azul
Vete de mi.

No te detengas a mirar las ramas viejas del rosal
que se marchitan sin dar flor
mira el paisaje del azul
que es la razón para vivir y amar

Yo, que ya he luchado contra toda la maldad
tengo las manos tan desechas de apretar
que no te puedo sujetar
Vete de mi

Será en tu vida lo mejor, de la neblina del ayer
cuando me llegues a olvidar
como es mejor el verso aquel
que no podemos recordar.

viernes, 20 de junio de 2008

¿De qué hablamos cuando hablamos de salud?

Buenas Noches IM-PACIENTES.

Aquí comienza esta receta magistral que va a acompañarnos cada viernes, a las 20 por Splendid AM990

En este lugar, que no es un lugar exactamente, nos encontraremos cada viernes los que hacemos impacientes desde la radio y cada uno de ustedes (mas los que vayan llegando) desde sus casas, desde el auto, desde el trabajo.
El desafío que nos proponemos es crear un canal para el intercambio entre los usuarios de los servicios de salud, los que estamos interesados en la salud de cada uno, de nuestras familias y de nuestra comunidad, y los que trabajamos en el sector de la salud.

Creemos que IM-PACIENTES no va a ser un programa más sobre salud. No es nuestra intención llenarlos de consejos, dietas, recetas caseras ni explicaciones (de las que se entienden o de las otras).
En IM-PACIENTES trataremos de escucharnos unos a otros. De contar experiencias, conocimientos, preguntas, noticias y opiniones sobre la salud. Algo que consideramos demasiado importante para dejarlo solo en manos de los profesionales.

Cada viernes, en IM-PACIENTES vamos a encontrarnos en el aire de radio splendid AM990 a las 8 en punto de la noche.
Vamos a comenzar cada programa con una pregunta y, mientras llegan las opiniones y mensajes vamos a ir entrando en tema, escuchando entrevistas y testimonios y también reflexionando a través de una columna que se las trae: “Sala de Espera”.
Para llamar a IM-PACIENTES:
O por mail a impacientes@yahoo.com.ar

Cómo de salud se trata… queremos empezar este primer programa preguntándonos ¿De qué hablamos cuando hablamos de salud?

Qué es tener salud, estar sano, ser saludable? La salud es propiedad de cada uno, un bien individual? O por el contrario, se trata de una conquista de la comunidad? O ambas cosas a la vez?

“Salud” decimos cuando nos saludamos. Nos salud-damos.
“Salud” decimos cuando alzamos las copas para festejar.
“Salud” cuando alguien estornuda.
Que no falte la “salud”, lo que importa es la “salud” cuando recordamos a las abuelas.

Será que simplemente, salud es sinónimo de hola, de chin-chin, de que te mejores, de que nos vaya bien…
… o será que Salud es demasiado difícil de definir así en pocas palabras?

Es posible que salud no signifique exactamente lo mismo para cada uno de nosotros.
Es posible también que signifique distintas cosas cada vez que la nombramos. Así es cada día y cada día tiene su costado “saludable”.
Es que nos pasamos la vida pensando cada tanto en la salud.
Aprendiendo sobre la salud.
Cuando nos enfermamos. Cuando nos curamos. Cuando pedimos ayuda. Cuando nos ayudamos. Cuando cuidamos a los que queremos. Cuando nos dejamos cuidar.
Hasta cuando cantamos el himno. Al gran pueblo argentino “Salud”.
Porque el himno no dice al gran pueblo argentino “educación” o al gran pueblo argentino “seguridad, justicia y servicios básicos” o “alumbrado, barrido y limpieza. Dice “salud”. Así con signos de admiración.

Lo cierto es que todos tenemos nuestra propia historia para contar. Nuestro propio rollo con la salud. Nuestras propias preocupaciones. Nuestro propio aporte al concepto de salud.

Aquí en IM-PACIENTES, son mas importantes las preguntas que las respuestas. Porque es saludable preguntar y preguntarse, invitarse al diálogo a compartir experiencias y saberes que nos enriquecen. Tal vez, mientras charlamos, podamos ir arribando entre todos al difícil concepto de Salud.

Mientras tanto, como somos IM-PACIENTES y ninguna definición nos convence nos preguntamos y les preguntamos a ustedes
¿De qué hablamos cuando hablamos de salud?

Esperamos opiniones, ideas, tal vez nuevas preguntas. Pueden hacerlo mandando un comentario aquí en el blog

O enviando un mensaje a nuestro mail impacientes@yahoo.com.ar

Sala de Espera I

¿De qué hablamos cuando hablamos de salud?

Por Mario Martínez

Tal vez no sea más que una ilusión.
Vamos creciendo, y aprendemos a temerle al dolor. Y un día, a la muerte.
Y tal vez no sea más que una ilusión.
Crecemos aprendiendo también que hay ciertas cosas que son malas: los vómitos, la diarrea, la fiebre. Otras, incluso, son muy malas, terribles: el infarto, el cáncer.
Alguna vez, si puede ser, llegamos también a aprender, y comprender, que esas cosas suceden si antes acontecieron otras.
Si nos cuidamos (y tenemos suerte), suceden menos, casi nunca.
Es raro. Justo las cosas que más nos gustan, pueden llegar a ser las más peligrosas: la comida, el cigarrillo, el sexo.
Tan raro es, que algunas cosas que nos ofrecía mamá de chicos (la yema con oporto, por ejemplo) después nos cuentan que resultan malísimas. Y mamá no lo sabía.
La enfermedad es poderosa: hace que nos pongamos serios, que hablemos en voz baja. Nos sentimos indefensos. Buscamos ayuda.
El médico, al comienzo, nos escucha. Y luego toma una decisión destinada a resolver eso que nos preocupa.
Pero… ¿A él lo preocupa? Parece que no. Nos dice: ¡Quédese tranquilo, no es nada grave!
Pero nosotros ni nos hubiésemos atrevido a pensar que era grave.
Así como es, es suficiente. Y si se resuelve ahora mismo, mejor.
Los que si nos entienden son los de la familia. Y los amigos. A varios, a casi todos, alguna vez les sucedió algo similar. Y se curaron. Algunos porque tomaron ese medicamento que nos dieron a nosotros. Otros no, tomaron otra cosa. Incluso, algunos no tomaron nada.
Los más audaces son aquellos que ni siquiera fueron al médico. Eso está mal.
Aunque tuvieron suerte y también se curaron. Pero tuvieron suerte.

No entendió muy bien que le dijo el médico que tuvo. Le preguntó si alguna vez le habían hecho una ecografía. Le respondió que no. A lo mejor tendría que haberse hecho una.

Se quedó pensando que pudo hacerle mal.

Y resolvió que, por las dudas, a esa cantina no vuelve más.


Mario Martínez
(IMPACIENTE)

Mi Enfermedad (A. Calamaro)
http://www.youtube.com/watch?v=1gU3Hzk0duA

domingo, 1 de junio de 2008

IM-PACIENTES

IM-PACIENTES es un proyecto que nació hace casi dos años cuando un grupo de profesionales ligados al cuidado de la salud comenzamos a soñar un espacio de comunicación.
El desafío es grande. Comunicarnos desde las propias experiencias y las de la comunidad en temas relacionados con la salud, porque entendemos que ésta es un bien demasiado preciado para dejarlo sólo en manos de médicos, psicólogos u otros profesionales.
Nuestro intento es también dejar a un lado los tecnicismos innecesarios y las recetas simplistas para crear un diálogo sin contracturas, divertido, sincero y emocionado. Para escuchar experiencias que no aparecen en las primeras planas de los diarios. Para conectarnos con las ideas y el aporte constructivo de usuarios y trabajadores del sector sanitario, la seguridad social y el desarrollo comunitario. El tipo de diálogo que necesitamos para construir una comunidad mas sana, mas justa.
A partir del 20 de Junio, todos los viernes a las 20, con mas preguntas que respuestas, vamos a encontrarnos con todos aquellos "im-pacientes" que se animan a pensar y discutir a la SALUD en grande. Y entre viernes y viernes tendremos disponible, también, este blog para dar continuidad al encuentro.

Los que hacemos IM-PACIENTES